viernes, 23 de enero de 2009

LA SOSPECHA.

LA SOSPECHA.
Un hombre perdió su hacha, sospechó que el hijo de su vecino se la había robado. Creyó por lo que aquel decía, por sus acciones y por sus movimientos, que era el ladrón. Al día siguiente, al volver al trabajo encontró el hacha y, al regresar a casa, volvió a ver al hijo del vecino; ya no tenía el aspecto de haberle robado el hacha como creyó el día anterior.

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