lunes, 12 de enero de 2009

LA PROPIEDAD

LA PROPIEDAD.
(O.S.MARDEN)
¿Por qué no sentirnos ricos de todo cuanto podemos ver con nuestros ojos, aunque otros sean sus propietarios? El paisaje, el canto de las aves, la puesta del sol no pueden vincularse con títulos de propiedad, porque son de los ojos que los admiran y de las mentes que los contemplan. El ave no repara en los títulos de propiedad de la tierra donde edifica su nido.
Por unas cuantas monedas tomo el tren y voy a donde me place, y puede ver y poseer lo mejor de todo cuanto veo, sin esfuerzo ni cuidado por mi parte. Hierbas y arbustos, estatuas y cuadros están a mi disposición siempre que anhele disfrutar de su vista. No deseo llevármelos a mi casa, pues no podría prestarles ni la mitad del cuidado que reciben y, además, me quitarían un tiempo precioso, sin contar con el continuo recelo de que me los robasen.

2 comentarios:

  1. Magnífica forma de reflexionar sobre la naturaleza. Es una forma excepcional para convencernos de una vez, de que la naturaleza, al igual que todo lo que hay en ella, pájaros, plantas, montañas, animales...Todos son libres.
    ¿Sea quizás esta historia para reflexionar sobre un tema más...cómo decirlo...más sobrecogedor? Si es que hay una palabra más míserable para este tema...
    Intento hablar de el maltrato a la mujer y de cómo los hombre intentan hacerse los señores de las mujeres, convirtiéndolas a éstas en sus esclavas. Es algo tan miserable que me repugna incluso hablar de estos hombres, si es que lo son, si es que lo han sido alguna vez. No merecen ser nombrados por mí, es darles demasiada importancia, cosa que ellos no tienen, aunque lo que ellos hacen tiene muchísima importancia en la sociedad. Espero que acabe algún día, pues es penoso que en pleno siglo XXI se produzcan estas atrocidades que no tienen, seguramente, nada que envidiar a las que se cometieron en épocas pasadas.
    ¡¡TODOS SOMOS LIBRES!!
    Ismael Ortega Jaraba, 1º Bachillerato

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  2. Las personas confundimos muchas veces el tener con el poseer. Se tienen sentimientos, vivencias, experiencias que te cambian la vida y le dan sentido a la misma o te lo apagan. Forma parte de tu vida y te guian por el camino de la iluminación o de la oscuridad. Ese es el camino que merece la pena. Ahora; nuestra estructura carnal nos obliga a poseer vivienda, comida... Pero esa no es la meta de nuestra existencia, sólo es algo que necesariamente necesitamos para vivir, pero no para existir.

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