EL CULPABLE.
(BAHAUDIN NAQSHABANDI)
Cierta noche, un ladrón trataba de entrar por la ventana de la casa que intentaba robar, cuando cayó al suelo y se fracturó la pierna al romperse el alféizar.
Fue al juzgado para demandar al dueño de la casa. Este hombre dijo: “Demandad al carpintero que colocó la ventana”.
El carpintero dijo: “El constructor no hizo correctamente el hueco para la ventana”.
Cuando compareció el constructor, dijo: “Mi falta fue causada por una hermosa mujer que pasaba mientras yo trabajaba en la ventana”.
Fue hallada la mujer y dijo: “Llevaba puesto un hermoso vestido aquel día. Normalmente, nadie me mira. La culpa es del vestido que estaba astutamente teñido con franjas jaspeadas”.
“Ahora tenemos al culpable”, dijo el juez; “llamad al hombre que realizó el teñido, y será considerado responsable por el daño sufrido en la pierna del ladrón”.
Cuando lo encontraron resultó ser el esposo de la mujer; era…, el mismo ladrón.
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