EL OASIS.
(PAUL BRUNTON)
Si las personas se acostumbraran a dejar de lado por unos cuantos minutos al día todos sus asuntos, abandonando toda tensión, relajando cada músculo del cuerpo, descansando la mente y tranquilizando el ritmo respiratorio, bien pronto reunirían las condiciones requeridas para la aparición en sus vidas de la serena presencia del yo superior. Así aprenderán a ganar su cotidiana cuota de paz. Tampoco sufrirían sus actividades corrientes, por esos pocos minutos robados al día. Por el contrario, la vida entera se volvería más equilibrada, de modo que los deberes serían cumplidos en atmósfera de mayor calma y eficacia, y cada crisis o emergencia encontraría a esas personas preparadas para cualquier contingencia, libres de todo temor o pánico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario