lunes, 2 de febrero de 2009

OTRO MENDIGO MAS

OTRO MENDIGO MÁS.
Los vecinos del místico musulmán Farid lograron persuadir a éste de que acudiera a la Corte del Emperador y obtuviera de Akbar un favor para la aldea. Farid no estaba muy convencido de las posibilidades del emperador, pero por contentar a sus vecinos se fue a la Corte.
Cuando llegó a ella no le dejaron pasar porque el emperador Akbar se encontraba haciendo sus oraciones.
Cuando, al fin, el emperador se dejó ver, Farid le preguntó: “¿Qué estabas pidiendo en tu oración?”.
“Le suplicaba al Todopoderoso que me concediera éxito, riquezas y una larga vida”, le respondió Akbar.
Farid se volvió, dando la espalda al emperador, y salió de allí mascullando: “Vengo a ver a un emperador… ¡y me encuentro con un mendigo que es igual que todos los demás!: Sólo sabe pedir”.

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