LA FELICIDAD.
El historiador Will Durant pasó gran parte de su vida en una permanente lucha por alcanzar la felicidad. Según su opinión, esta debería consistir en realizar cosas fuera de lo común, dado que las circunstancias cotidianas de la vida sólo le producían hastío y desilusión. Movido por esta inquietud de buscar lo extraordinario, buscó la felicidad en el conocimiento, y sólo encontró desilusiones. Luego buscó la felicidad en los viajes, y sólo encontró cansancio. Después, en el dinero, y encontró discordia y preocupación. Buscó la felicidad en sus escritos y sólo encontró fatiga.
Una vez, mientras esperaba un tren, vio a un hombre que llegaba a la estación y se acercaba a un banco, donde había una mujer que sostenía en sus brazos a un niño pequeño. El hombre besó tiernamente a la mujer, besó suavemente al niño para no despertarlo, y luego los tres salieron lentamente de la estación. Al presenciar aquella escena, Durant recibió el impacto que le hizo ver la verdadera naturaleza de la felicidad. Se tranquilizó y constató que todas las funciones normales de la vida encierran algún deleite.
No hay comentarios:
Publicar un comentario