Jesucristo predicaba en parábolas. Historias breves llenas de significado para que pudiéramos descubrir, a través de ellas, el significado del reino de Dios.
Dijo una vez a la encendida vela un chico de la escuela: -Yo quiero, como tú, lucir un día. La vela respondió: La suerte mía sólo es angustia y humo. Brillo, sí, mas brillando me consumo.
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