viernes, 18 de septiembre de 2009

EL ÁRABE HAMBRIENTO.

JUAN E. HARTZENBUSCH.

Perdido en un desierto
un árabe infeliz, ya medio muerto,
de sed, hambre y fatiga,
se encontró un envoltorio de vejiga.
Lo levantó, le sorprendió el sonido,
y dijo de placer estremecido:
-Ostras deben de ser. -Mas al verterlas,
-!ay¡, exclamó, son perlas.
En ciertas ocasiones
no le valen al rico sus millones.

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