domingo, 23 de mayo de 2010

LA CIGARRA Y LA HORMIGA.

F.M DE SAMANIEGO
(ADAPTACIÓN)

En los felices días del verano, una cigarra alegre aprovechaba el calor cantando y bailando, mientras la sufrida hormiga no descansaba, en la búsqueda de comida que llevar a su casa.

La cigarra se burlaba de la hormiga y le decía: - ¿No es má bonito gozar de la vida con bellas canciones, como yo hago, que trabajar todo el día como haces tú?

La hormiga callaba y seguía afanándose.

Pero llegó el invierno y, con los fríos, la cigarra guardó silencio y tuvo que refugiarse en cualquier agujero. Allí, sin nada que llevarse a la boca y casi helada, se acordó de la hormiga: -Ella estará calentita en su casa y seguro que no le falta alimento en la despensa. Iré a verla, pensó.

Acudió la cigarra al hormiguero y, zalamera, preguntó: -¿No tendrás, buena hormiga, algo para comer y un rincón caliente donde pasar el invierno?-

Entonces la hormiga, muy enfadada, le contestó: -Yo trabajaba duro en verano para no pasar hambre en estos días fríos, ¿qué hacías tú en el buen tiempo?

La cigarra tuvo que admitirlo: -Yo cantaba y reía alegremente sin pensar en el futuro. Y la hormiga le replicó: -Pues ahora yo canto y me alegro, mientras tú sufres hambre y frío por culpa de tu holgazanería. Vete y no desprecies a los que trabajan por su sustento.

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