sábado, 1 de agosto de 2009

VERDADERAMENTE SATISFECHO.

VERDADERAMENTE SATISFECHO.

(ANTHONY DE MELLO)

En un terreno desocupado que lindaba con su casa, un cuáquero había puesto un cartel con la siguiente leyenda: Este terreno le será dado a quienquiera que esté verdaderamente satisfecho.
Un acaudalado granjero que pasó por allí se detuvo a leer el cartel y se dijo:
“Si nuestro amigo el cuáquero está dispuesto a entregar este terreno, también yo puedo reclamarlo antes de que lo haga otro. Soy rico y tengo cuanto necesito, de modo que cumplo el requisito exigido”.
Se acercó, pues, a la puerta de la casa, llamó y explicó el motivo de su presencia.
“¿Y estás verdaderamente satisfecho?”, le preguntó el cuáquero.
“Naturalmente que sí; tengo todo cuanto necesito.”
“Amigo, le dijo el cuáquero, si estás satisfecho, ¿para qué quieres ese terreno?”

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