ANTHONY DE MELLO.
Enseñar a un hombre inmaduro puede ser tremendamente perjudicial:
Había un hombre que tenía una hija muy fea y se la dio en matrimonio a un ciego, porque ningún otro la habría querido.
Cuando un médico se ofreció a devolver la vista al marido ciego, el padre de la muchacha se opuso con todas sus fuerzas, pues temía que el hombre se divorciara de su hija.
Afirma Sa´di acerca de esta historia: "El marido de una mujer fea es mejor que sea ciego".
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