miércoles, 28 de octubre de 2009

EL CUERVO Y LA CULEBRA.

ESOPO.

Andaba un cuervo escaso de comida y vio en el prado a una culebra dormida al sol; cayó veloz sobre ella y la raptó. Mas la culebra, despertando de su sueño, se volvió y la mordió. El cuervo viéndose morir dijo:

-- ¡Desdichado de mí, que encontré un tesoro pero a costa de mi vida!

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