martes, 29 de marzo de 2011

LA MARIONETA.

Esto se supone lo dice una marioneta de trapo...

Si por un instante Dios se olvidara de que soy una
marioneta de trapo, y me regalara un trozo de vida,
posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en
definitiva pensaría todo lo que digo.

Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por
lo que significan.

Dormiría poco y soñaría más, entiendo que por cada
minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos
de luz.

Andaría cuando los demás se detienen, despertaría
cuando los demás duermen, escucharía mientras los demás
hablan, y como disfrutaría de un buen helado de chocolate...

Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría
sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando al descubierto,
no solamente mi cuerpo, sino mi alma.

Dios mío, si yo tuviera un corazón....

Escribiría mi odio sobre el hielo, y esperaría a que saliera
el sol.

Pintaría con un sueño de Van Gogh sobre las estrellas un poema
de Benedetti, y una canción de Serrat sería la serenata que le
ofrecería a la luna.

Regaría con mis lágrimas las rosas, para sentir el dolor de sus
espinas, y el encarnado beso de sus pétalos...

Dios mío, si yo tuviera un trozo de vida...

No dejaría pasar un solo día sin decirle a la gente que quiero,
que la quiero.

Convencería a cada mujer y hombre de que son mis favoritos y
viviría enamorado del amor.

A los hombres les probaría cuan equivocados están al pensar que
dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen
cuando dejan de enamorarse.

A un niño le daría alas, pero dejaría que el sólo aprendiese a
volar. A los viejos, a mis viejos, les enseñaría que la muerte
no llega con la vejez sino con el olvido.

Tantas cosas he aprendido de ustedes los hombres.....

He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la
montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma
de subir la escarpada.

He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño
puño por vez primera el dedo de su padre, lo tiene atrapado
para siempre.

He aprendido que un hombre unicamente tiene derecho de mirar a
otro hombre hacia abajo, cuando ha de ayudarlo a levantarse.

Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, pero
finalmente de mucho no habrán de servir porque cuando me guarden
dentro de esta maleta, infelizmente me estaré muriendo....

No somos marionetas, así que nada de esto nos está negado.

!Disfrutémoslo!

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